lunes, diciembre 19, 2005

Un club uruguayo, bien a la uruguaya

Por Alejo Rivas Devecchi

publicada en El Español en Australia en marzo 2003

El club lleva un mes cerrado, sin seguro, con deudas y la reapertura no se avizora en el futuro inmediato

El domingo 30 de marzo las nuevas autoridades del Club Uruguayo, rompiendo un silencio que ya se alargaba mucho, llamaron a conferencia de prensa. En la casa del nuevo presidente electo, representantes de varios medios de prensa de habla hispana fuimos recibidos por cuatro de los integrantes de la nueva comisión directiva.

Como nadie o casi nadie ignorará, a esta altura del partido, desde la ultima elección de directiva dos grupos han pujado por el control del organismo. Un grupo de cuatro integrantes, liderado por el presidente saliente Don Gerardo Rodríguez y el contrario de igual número por Don Alberto Grant.

Triste reminiscencia de aquellas banditas de la escuela, con idénticas tristes consecuencias. Unos se adueñaban de la pelota y jugaban a los campeones del mundo, mientras los otros se quedaban empacados y aburridos, rumiando venganzas y frustraciones. Tanto entonces como hoy no quedaba claro quien tenia la razón si es que la hubiera o a alguien perteneciese.

El Club estaba funcionando sin seguro de Public Liability desde febrero del 2002 y, al parecer, sin ningún otro tipo de seguro (edificio, contenido, etc.) Por esta razón, sumada a la situación general de las empresas aseguradoras, se está haciendo sumamente dificultoso para una institución catalogada como de “alto riesgo” obtener una nueva póliza.

El club tiene grandes deudas que serían totalmente controlables en funcionamiento, pero en la actual situación son apenas el núcleo de una bola de nieve que van agrandando los gastos fijos. Gastos que a su vez, a falta de entrada alguna, no se van pagando.

La actual Comisión Directiva se encuentra en situación de estancamiento. Cuatro integrantes en cada facción antagónica hacen imposible una mayoría absoluta. Esto también impide que las reuniones de directiva sean resolutivas, ya que no se alcanza el quórum necesario para tomar decisiones.

Y este estado de cosas se ha venido arrastrando ya por varias semanas. Único cambio registrado en los últimos días, consistió en que una de las facciones en pugna se avino a hablar pública y claramente. Presentaron cuentas, cartas, documentos de todo tipo; inclusive pusieron este papelerío a disposición de cualquier asociado que desee consultarlo. En resumen, una historia creíble.

Sus oponentes no han manifestado hasta ahora voluntad de exponer sus posiciones pese a los reiterados pedidos de la prensa.

Ante la inquietud de los periodistas acerca de la posibilidad real de reapertura del club, los conferenciantes explicaron que sólo dependen de la obtención del seguro; pero que no dudan de ser capaces de reabrir la sede. Esto sin embrago, considerando los tiempos necesarios para solicitudes, aprobaciones y demás yerbas, difícilmente suceda en el próximo mes.

Y en esas estamos, el perro que se muerde la cola. Unos y otros encontrando cláusulas en los estatutos del club y en la reglamentación estatal para convalidar sus acciones o inacciones. Unos tratan de hacer, otros de deshacer, o de no hacer. Mientras tanto el club, cerrado.

Da la impresión que de no organizar la cosa de una vez, la maestra se va a llevar la pelota y nos vamos a quedar todos sin jugar.

El Club Uruguayo reabre su sede social

Luego de un período de cierre demasiado largo, la sede del Club Uruguayo retoma su actividad habitual

Por Alejo Rivas Devecchi

Como informamos en la edición del 1º de abril, desavenencias entre los integrantes de la Comisión Directiva electa en febrero llevaron a la desafortunada situación en que el Club detuvo su actividad.

Homero de Cola, integrante de dicha comisión, conversó brevemente con El Español el sábado pasado. Homero comentó que el club está funcionando desde el pasado viernes 11 en forma normal (o tan normal como la situación lo permite). También prometió aclarar públicamente la situación del club la próxima semana.

Aparentemente la situación del seguro de “Public Liability” del club fue resuelta, y fue esto lo que permitió volver a funcionar. Quedan, por ahora, las preguntas acerca de los otros problemas planteados sin contestar.

Por su parte representantes de la otra parte en pugna comentaron que el tema del cuestionamiento de la legitimidad de la actual directiva continúa vigente y que están dando los pasos que consideran necesarios para regularizar esta situación.

Aunque la pelea de las banditas continúa, (se puede sacar a la gente de Uruguay pero no a Uruguay de la gente) al menos ahora tenemos la pelota de vuelta, juguemos.

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