martes, agosto 26, 2008

La relatividad de la muerte

Alejo Rivas Devecchi – Madrid - 24/08/2008
El pasado miércoles 20 de agosto, un avión de la compañía Spanair se estrelló inmediatamente después de despegar del aeropuerto de Barajas, rumbo a Canarias. Fue una tragedia, 153 personas murieron en el accidente y 19 resultaron heridos. Desde el mismo momento del accidente, y por los tres días siguientes, la prensa española no habló de otra cosa.

Durante los días siguientes, resultó difícil escuchar un informativo, leer los diarios, o hasta mirar televisión; para el periodismo español no existió otro tema. Los avances de noticias cada media hora, o menos, no pararon de repetir los mismos escasos datos hasta el hartazgo. El mismo día del accidente y los siguientes todas las autoridades nacionales desfilaron frente a las cámaras ostentando caras compungidas mientras visitaban víctimas y deudos, Se declararon tres días de luto nacional y se pusieron todos los medios necesarios a su disposición, como es lógico.

Se trata del primer accidente aéreo que registra víctimas mortales en el Reino de España desde el 29 de agosto de 2001, cuando cuatro personas murieron y 26 resultaron heridas en el aterrizaje forzoso en Málaga de un avión procedente de Melilla. Lo más sorprendente de este episodio es la hipocresía de las autoridades y su afán de utilizar todo evento que atraiga cámaras de televisión y la atención del público, para provecho de sus respectivas carreras, o sea de sus personas.

Hoy en día, suceden diariamente en España tragedias que estos señores podrían evitar pero, por el contrario, dedican todos sus esfuerzos a empeorarlas. Según la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), sólo en los últimos dos años, murieron 10.500 inmigrantes camino a España en embarcaciones precarias. Claro que la cifra oficial es mucho menor (2088), aunque de ningún modo despreciable. La prensa española no dedica a esta permanente tragedia más que alguna línea en los diarios y algunos segundos en los informativos, si es que no hubo un partido de fútbol relevante el día anterior.

Obviamente el gobierno asegura hacer todo lo posible para evitar esas muertes, mientras con la otra mano firma acuerdos comerciales europeos que ayudan a destrozar las economías de los países de origen y vende armas para las guerras que generan masivas emisiones de “emigrantes”, que en realidad serían refugiados si alguno de los países ricos les diera refugio. En 2007 España vendió armas por valor de mil millones de euros. En su informe “Municiones combustible de los conflictos” de 2006, Oxfam Internacional ubica a España como el octavo exportador de municiones para armas ligeras del mundo, y el principal exportador mundial para África Subsahariana, casualmente la zona de donde llegan la mayoría de los inmigrantes que este país rechaza.

Tampoco se suele ver a las autoridades nacionales visitando a los sobrevivientes de las permanentes tragedias de las travesías oceánicas en pateras, aunque su número de fallecidos sea cientos de veces mayor que en los accidentes aéreos. Sea casualidad o no, las víctimas en esos casos son pobres, y negros.

Santander quería vender, pero no a Chávez

Alejo Rivas Devecchi – Madrid – 03/08/2008

La semana pasada, el gobierno venezolano anunció que está en negociaciones para la compra del Banco de Venezuela, filial en ese país del Banco de Santander Español. Según los medios de prensa venezolanos y españoles, el grupo bancario español estaba, ya desde junio, negociando la venta de su sucursal al magnate banquero venezolano Víctor Vargas, propietario del Banco Occidental de Descuento.

Según las leyes venezolanas, para realizar una operación de ese tipo se necesita la aprobación del gobierno, y cuando se solicitó, el ejecutivo venezolano negó el permiso y agregó que el estado compraría el banco. Ante la propuesta del gobierno venezolano, el banco español intentó retractarse de la venta, pero el gobierno lo impidió, diciendo que se realizará la operación a un precio justo.

El propio presidente Hugo Chávez así lo explicó en un comunicado oficial a la prensa:
"Meses atrás me llegó la información que el Banco de Venezuela lo estaban vendiendo (…) y yo dije, el gobierno quiere comprar el banco, quiere recuperarlo porque es el banco de Venezuela”. Entonces el vicepresidente Ramón Carrizales "recibió un mensaje de los dueños del banco que ellos no están interesados en vender, entonces ahora yo les digo: Yo estoy interesado en comprar y vamos a nacionalizar el Banco de Venezuela. Así que yo le hago un llamado a los señores dueños para que vengan por aquí y empecemos a negociar, porque no entiendo, hay algo oscuro ahí. Estaban desesperados por vender el banco incluso tratando de presionarme, que si esto, que si aquello. Yo no acepto presiones".

Esta operación tiene, como lo dijo el propio presidente venezolano, algunas áreas oscuras. Cualquier persona, con al menos una neurona funcionante, se preguntaría por qué razón un banco quiere vender una filial que le reporta cientos de millones de euros de ganancias anualmente. Concretamente, en el primer semestre de 2008, ganó 109 millones, un 29% más que el año anterior. Pero lo extraño no termina ahí, al parecer el objetivo era venderlo a un particular pero no al estado venezolano, como se demostró cuando el banco intentó detener la venta al gobierno.

Pero el presidente Santander descubrió que en Venezuela no manda como lo hace en España, allí tiene que obedecer las leyes como el resto de los mortales. Así que tendrá que vender, y a un precio justo, sin “recalificar”.

El Banco de Santander es una de las empresas españolas que, lejos de verse perjudicado por la profunda crisis económica que atraviesa el país, se beneficia de la desgracia de los españoles. El 29 de julio, el banco comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que, el primer semestre del corriente año, había obtenido un beneficio neto de 4.730 millones de euros, un 6,1 por ciento más que en el mismo período de 2007. No es de extrañar si tememos en cuenta que si los costos totales de los pequeños préstamos personales que otorga Santander (casualmente los que más precisa la gente cuando la situación económica es mala) suman más de un 20 por ciento del monto prestado, así cualquiera obtiene ganancias, ¿verdad?.

La mayoría de los diarios españoles se muestran indignados ante la decisión del gobierno venezolano, “Chávez amenaza con nacionalizar la filial venezolana del Banco Santander” (El País), “Hugo Chávez atenta contra los intereses de las empresas españolas en el extranjero” (cadena COPE). Sin embargo los ciudadanos españoles, víctimas de los abusos impunes del grupo bancario aplauden la medida en sus comentarios de las noticias y valoran la decisión venezolana como un paso imprescindible para detener a las mafias bancarias. Un lector de “Público”, en particular, utiliza una expresión muy española para calificar la decisión de Chávez, dice que fue tomada “con dos cojones”.

La censura española ahora contra Youtube

Alejo Rivas Devecchi – Madrid - 27/7/2008.
Según la agencia española de noticias EFE, el 23 de julio, un juez de Madrid aceptó las medidas cautelares que la cadena televisiva española Telecinco interpuso contra el portal de videos online Youtube. Esta decisión prohibe al portal publicar cualquier contenido cuyo derecho de propiedad intelectual pertenezcan a Telecinco sin la autorización expresa por escrito de la cadena emisora de televisión.

La cadena televisiva presentó el 19 de junio pasado, una demanda contra el portal de audiovisuales porque, a su entender, a sido perjudicada por la oferta YouTube de contenidos que son de propiedad intelectual de la cadena. Mario Rodríguez, secretario general de la cadena, citó como ejemplo el último programa final de “Operación Triunfo”, un programa de búsqueda y promoción de nuevos talentos musicales. Según Rodríguez, este fue el vídeo en español más visto en YouTube y eso le acarreó a la cadena enormes pérdidas en facturación de publicidad.

Pero el señor Rodríguez no comparó las cifras de audiencia de este último programa con las de años anteriores en que no existía el portal. Tampoco consideró el desgaste de expectativa que este tipo de programas provoca en el televidente, cabe recordar que OT va ya por su séptima edición. Por último, el secretario de Telecinco no se ha preguntado la razón por la cual un televidente puede preferir ver un capítulo de OT en la pequeña pantalla de la computadora, generalmente con interrupciones y baja definición, a verlo en TV, el soporte para el que el programa fue diseñado. La respuesta es sencilla, no lo prefieren, es simplemente otro medio.

El secretario de Telecinco olvida que hay nuevos medios de comunicación en el mundo que él vive. Youtube es un portal de Internet que ofrece los medios para que los usuarios publiquen y visualicen contenidos audiovisuales a demanda. Esto significa que el usuario puede ver un video tantas veces como desee, en cualquier momento y lugar del planeta, un servicio que Telecinco evidentemente no ofrece.

Por su parte, el portal de videos propiedad del gigante Google se limitó a una simple contestación a cargo de Ricardo Reyes, su jefe de comunicaciones, que dijo que "YouTube siempre ha estado dispuesta a respetar los derechos autor". Agregó que si la cadena de televisión se hubiese comunicado con ellos e identificado las direcciones, se hubiesen eliminado los vídeos sin necesidad de una telaraña mediática. “Desgraciadamente Telecinco ha acudido a la justicia para que ésta nos acabe dando la razón en la necesidad de que Telecinco identifique los vídeos para su posterior eliminación. Esto es lo que llevamos intentando razonar con Telecinco desde hace meses".

Aparte de esto no parece que el portal haya dado mayor importancia a la decisión del juez español. A cuatro días de la prohibición, si se hace una simple búsqueda en el portal con la palabra “telecinco” se obtienen 58500 resultados, incluidos videos referentes a la demanda de Telecinco contra Youtube.

Telecinco es un canal de televisión privado español, propiedad del grupo Gestevisión-Telecinco. Su mayor accionista es Fininvest, propiedad del Primer Ministro Italia, Silvio Berlusconi.
La decisión de prohibir la reproducción de los programas de Telecinco es sólo la última de las transgresiones de la “justicia” española a la libertad de información. Sólo este año diferentes jueces españoles ya condenaron a varias personas por expresar, de un modo u otro, opiniones incómodas para la monarquía. Esta vez intentaron llevar su censura fuera de fronteras. Este caso permitirá ver hasta donde otros países, en este caso los Estados Unidos, permitirán que la censura española alcance a sus empresas.
 
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