miércoles, marzo 29, 2006

Nueva esperanza en España, ETA dejará las armas


Por Alejo Rivas Devecchi

Vigo, miércoles a mediodía, en la televisión tres personas encapuchadas con uniforme negro y típicas boinas vascas, la del medio, una mujer es la que habla. Su discurso en español anuncia algo que España y Francia anhelan desde hace 40 años, el fin del terrorismo etarra.

La noticia del alto el fuego anunciado por la organización terrorista vasca fue recibida con júbilo en toda España y otros países de la Unión Europea. Los políticos, sin embargo, han tomado la novedad con cautela. El lehendakari Juan José Ibarretxe apeló a la responsabilidad de todos: “Es obligación de ETA no frustrar nunca más la ilusión de nuestro pueblo de hacer irreversible la paz y la reconciliación”, declaró el presidente vasco.

Por su parte el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo un llamamiento a la responsabilidad de todas las formaciones políticas para “abrir definitivamente la puerta de un proceso de paz segura”. En su alocución en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, y en declaraciones posteriores a la prensa, el presidente, hizo un homenaje a la sociedad del país vasco, por su sufrimiento en los últimos 30 años en que “ha sido, y es, la impulsora esencial del fin del terrorismo”, puntualizó.

El líder del principal partido de oposición, Mariano Rajoy dio la gran sorpresa cuando, por una vez, ofreció su apoyo al gobierno socialista en esta instancia “para cumplir los principios establecidos en el Pacto Antiterrorista”; claro que no sin antes expresar su desacuerdo con que este anuncio sea definitivo. Rajoy dijo que este comunicado “no es el que nos hubiese gustado, el anuncio que ETA tiene que hacer es el de su disolución definitiva”. El dirigente del PP advirtió además a Zapatero que el mayor peligro es “pagar un precio político (la autodeterminación de Euskadi)” por el fin de la violencia, lo que supondría “convertir el terrorismo en un instrumento para hacer política y los terroristas ganarían”.
Rajoy parece olvidarse que el terrorismo es un instrumento de acción política desde antes incluso que la propia política parlamentaria existiese, y lo sigue siendo. Un ejemplo claro de este procedimiento es la política terrorista que lleva adelante el actual gobierno de los Estados Unidos, que deja cuantiosas ganancias a las empresas vinculadas al presidente y su familia.

Otro aspecto del precio que líder del PP teme pagar es la posibilidad de perdonar algunos o todos los crímenes de ETA, idea que no suena muy descabellada. Cabe recordar que ETA tiene en su haber cerca de 800 muertos y hay más de 700 militantes de la organización detenidos en cárceles españolas y francesas. Mientras que, por su lado, la dictadura fascista que asoló al país durante 40 años, dejó un saldo que el Consejo de Europa ha evaluado en aproximadamente 30.000 desaparecidos y, sin embargo, ni uno de los responsables fue detenido merced a la ley de amnistía aprobada en la transición.

El botellón, beber es malo sólo cuando no es negocio

Por Alejo Rivas Devecchi

El pasado viernes 17, los jóvenes convocaron, a través de Internet y mensajes de texto a los teléfonos móviles, un Macrobotellón en varias ciudades de España. Salvo contadas y honrosas excepciones, como Granada, las autoridades intentaron reprimir la celebración de la reunión, con consecuencias siempre peores que si se hubiera permitido. Surge obvia la cuestión de a qué intereses responden las autoridades cuando intentan reprimir una de las actividades ya tradicionales de la juventud española.

El botellón es una práctica que los jóvenes españoles realizan los fines de semana desde hace ya varios años. Consiste en juntarse varios amigos en una plaza, boulevard, o cualquier área pública que resulte suficientemente céntrica para no excluirse de la movida de la ciudad y lo suficientemente amplia como para alojar numerosos grupos de amigos, y allí dedicarse a tomar bebidas alcohólicas, o no, compradas en el supermercado y socializar. O sea que es lo mismo que hace media humanidad cuando va a un bar a tomar algo, pero sin el bar, y con muchas más posibilidades de conocer gente.

Resulta lógico preguntarse porqué, entonces, a las autoridades españolas les molestan tanto los botellones, al punto de haberlos prohibido en varias de sus ciudades principales, mientras nadie habla mal de los bares. Un cínico pensaría que la razón es que las autoridades representan los intereses de los propietarios de los bares que abusan tanto con sus precios, que han conseguido que esos muchachos prefieran tomar sus tragos parados a la intemperie.

Y efectivamente abusan, el trago más tomado en España es el cubata de ron, el ron más común es el Cacique. Un cacique-cola cuesta entre tres y seis euros en diferentes lugares de España. Una botella de un litro de ron rinde 30 medidas y cuesta diez euros, una botella de dos litros de Coca-cola cuesta tres euros, así que el costo de un cubata comprado en un supermercado es 0,6 euros. Por lo tanto, los jóvenes deben pagar en los bares entre cinco y diez veces lo que pagan en un supermercado, eso sin considerar que los bares pagan sus insumos a precios mucho menores que estos. Si esto no es abuso, que alguien diga que es.

El señor Julio Iglesias de Ussel escribió una columna de opinión en La Razón del mismo viernes en la que afirma que estos usos “revientan las bases de la convivencia social, transforman un problema sanitario o cultural en una alteración de las bases mismas de la democracia”. Es realmente sorprendente enterarse por este medio que la democracia española es tan precaria que sus bases son pasibles de ser alteradas por algunos pibes tomando unos cubatas en la calle, de hecho nadie con un mínimo de sensatez lo creería, sin ánimo de tratar de insensato a este pichón de fascista.

Once páginas más adelante, este mismo diario publica un artículo, firmado por G. Mascuñano, titulado “Uno de cada cuatro adolescentes se estrena en el consumo del alcohol con el botellón”. En el primer párrafo Mascuñano argumenta en tono censor que “uno de cada cuatro adolescentes se inicia en el consumo de bebidas espirituosas por culpa del botellón (22 por ciento)”. En primer lugar cabe aclarar que uno de cada cuatro elementos del conjunto que sea, en España, en Timbaktu, o en Júpiter equivale a un 25, no a un 22 por ciento, y excusar al señor Mascuñano por su ignorancia en proporcionalidad básica. Luego cabe preguntarse cómo, y a qué edad, se iniciaban los jóvenes en el consumo del alcohol antes de la existencia del botellón. Sin estadísticas en la mano, pero habiendo conversado con algún español mayor y leído algo de historia, podríamos afirmar que hace cincuenta años mucho más de un 50 por ciento (dos de cuatro, un 44 por ciento, según Mascuñano) de los jóvenes españoles se iniciaba al consumo de bebidas alcohólicas “por culpa de sus padres”, o sea en su hogar. Más aún, si leemos cualquier escrito medieval, podemos enterarnos que los monasterios ofrecían como hospitalidad a quien la necesitase un mendrugo de pan y una jarra de cerveza, incluso a los niños. O sea que los chicos de antes se iniciaban al consumo del alcohol “por culpa” de sus padres, y hasta de la santa Iglesia!

Pero, para asombro del señor Mascuñano y otros dignos herederos del pensamiento de Francisco Franco, la democracia no se tambaleó, ni la civilización occidental y cristiana se desbarrancó en una incontrolada vorágine de inmoralidad y libertinaje por esa razón.
Por eso, señor Mascuñano, señor Iglesias y otros tantos que mi flaca memoria y mi desgastada paciencia me impiden enumerar, no se preocupen. Su orden social y sus democracias tuteladas por el capital financiero están a salvo.
No serán algunos jóvenes tomando algunos cubatas quienes amenacen el orden que ustedes y sus cofrades han implantado y ellos sufren. Sólo quieren divertirse en la medida que sus escasos recursos lo permiten y, si tienen suerte, pasar esa noche en buena compañía, aunque quizás ustedes ya hayan olvidado lo que eso significa.

Paradoja! Buscaglia se fue, pero sigue acá

Por Alejo Rivas Devecchi

La semana pasada, un cancer se nos llevó a Horacio (Corto) Buscaglia, a los 62 años. Buscaglia fué periodista, escritor, publicista, compositor y dramaturgo; pero más que nada fue un tipo que buscaba sacar afuera lo mejor de la gente.

Yo tenía 17 la primera vez que lo ví, en el escenario del teatro La Gaviota haciendo Inodoro Pereyra, un oasis de risas en aquel país de tristezas. El Corto fue de los que no emigraron, de los que por una razón u otra, decidieron quedarse a pelearla de adentro, y la pelearon. Durante los años de gobierno fascista, sus espectáculos, canciones y escritos fueron censurados por los cultores oficiales y escondidos por la autocensura temerosa de la gente de a pie.

Por eso no llegamos a conocer “Principe Azul” hasta que ya eramos muy altos como para disfrutarla como niños, y no nos quedó otra opción que admirarla como adultos. Y pasaron muchos más años para que supiéramos quien la había escrito, porque las canciones escondidas llegaban a veces en formas muy precarias.

El Corto se pasó una dictadura entera cantandole a la gente “Canciones para no dormir la siesta” ante la mirada indignadada de los pichones de nazi que nos habían ordenado ir a dormir. Cada vez que pudo hizo sonar su voz, instrumento, o lo que tuviera a mano para denunciar una injusticia o para ayudar a sacar a los injustos de sus sitios de privilegio.
Aún los gobiernos serviles que vinieron luego de los militares tuvieron que soportar su visión incisiva, su cornetita acusadora anunciando: ¡Paradoja! , y haciendo que la gente entendiera lo que los poderosos de turno querían que pasara desapercibido.

Nunca conocí a Horacio Buscaglia personalmente, nunca hablamos ni brindó conmigo, pero esta es mi impresión de él. Me parecía un tipo que buscaba la forma de que no lo hicieran callar, uno que en cualquier situación, encontraba un recobeco para hacer llegar su mensaje a quien quería entregarlo, y de paso, lo hacía reír. Por eso creo que era un buen tipo.

Así que hoy levanto mi copa reverente, y me descubro bajo el cielo estrellado de la noche de Janaína, para despedir a un hombre que me hizo reir y pensar, o sea que me ayudó a ser mejor persona. Gracias Corto, espero que donde te fuiste haya una luna de queso tan grande como la que nos dejaste acá.

¿Otra vez Irán a atacar?

Por Alejo Rivas Devecchi (www.alejo.info)

Otra vez los Estados Unidos hacen sonar sus tambores de guerra, otra vez se habla de armas de destrucción masiva (aunque ahora son nucleares), otra vez el objetivo de la posible agresión yanqui es un país con grandes reservas de petróleo. Todo parece indicar que vamos a ver una película repetida, y que otra vez nadie hará nada para impedirlo.

El ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, dijo: "No veo ninguna circunstancia en la que fuera justificada la acción militar contra Irán, punto y aparte".
Por otro lado, Straw dijo que su Ministerio continúa examinando la información aparecida en la revista médica 'The Lancet' que estima que la guerra en Irak ha provocado 100.000 muertes.

Mohamed Jatamí, presidente Irán, dijo que Irán está dispuesto a comprometerse a no crear armamentos nucleares, pero quiere que a cambio le sea garantizado su derecho a usar tecnología nuclear para fines pacíficos y civiles.

Mientras el mundo civilizado intenta por todos los medios detener un enfrentamiento bélico en Irán, están todavía frescas las declaraciones del presidente norteamericano:
"No toleraremos la construcción de una arma atómica (por parte de Irán)"

Irán tiene el segundo yacimiento de crudo sin explotar del mundo, que se calcula en 125 mil 800 millones de barriles. Sólo en Arabia Saudita hay un yacimiento mayor, un estimado de 260 mil millones de barriles. Irak, es el tercero en reservas, con un estimado de 115 mil millones. Si Estados Unidos anexara Irán, como lo hizo con Irak, poseería casi la misma cantidad que los saudíes que, además, son sus aliados permanentes.

Pero este caso tiene además nuevos ingredientes. Irán está en un punto dominante al norte del Golfo Pérsico, lo que lo ubica en una posición estratégico-militar insuperable para amenazar los campos petroleros de Arabia Saudita, Kuwait, Irak y Emiratos Arabes Unidos, que entre los dos poseen más de la mitad de las reservas petrolíferas conocidas del mundo. Irán está además oblicuo al Estrecho de Hormuz, una angosta vía de navegación por la que se transporta más del 40 por ciento de las exportaciones petroleras del mundo. Por otra parte, está negociando convertirse en importante abastecedor de gas natural de China, India y Japón, tres potencias económicas que amenazan sobrepasar a los Estados Unidos en breve.

Las pautas que indican que el gobierno de Bush quiere un cambio de régimen en Irán son claras. El hecho de haberlo incluído junto al Irak de Saddam y la Corea del Norte de Kim Jong II en el "eje del mal" en su informe de 2002, aclara aún más la situación.
Sólo nos queda saber si una vez más la comunidad internacional va a aceptar el genocidio indiscriminado de un pueblo no agresor, y preparar nuestra estúpida cara de vergüenza para muy probable caso que el gobierno australiano se vuelva a hacer cómplice.

Caricaturas que ciertamente distraen

Por Alejo Rivas Devecchi

Desde principios de febrero, se vienen produciendo en toda Europa manifestaciones de musulmanes contrarios a la publicación de caricaturas sobre el profeta del islamismo. Más allá de la discusión acerca de la ofensa a sentimientos religiosos, hay más de un tema velado en los titulares. El primero, la cada vez menos libre libertad de expresión; el segundo, una nueva guerra en puerta.

El 11 de febrero, El País de Madrid anunciaba que eran ya 11 los muertos a consecuencia de las protestas contra las caricaturas. Entonces parece evidente preguntarse que es lo que importa a las religiones. Me refiero a qué tipo de fe religiosa se horroriza por unos dibujos y niega el derecho de la gente a dibujar, escribir, decir y cantar lo que se le ocurra al tiempo que se matan once personas sin el más mínimo rubor.

Surgen en todo el mundo voces, obviamente de políticos a la caza de votos, que censuran la publicación alegando que el derecho a la libertad de expresión debe ser ejercido con prudencia, sentido común y respeto. Parece oportuno el argumento del español Alejandro Gándara que, en su blog “El escorpión”, contestó este argumento sosteniendo que si hubiera que ejercer el derecho a la libertad de expresión con prudencia, sentido común y respeto, no necesitaríamos libertad de expresión, alcanzaría con esas actitudes, por cierto tan raras.

Hasta aparecen encuestas, como la del diario digital español “20 minutos.es”, que plantea: ¿Deberían prohibirse las parodias, chistes y bromas sobre las religiones?
Muy buena idea amigos ibéricos, luego seguiremos con las referidas a políticos, militares, abogados, ingenieros, negros, judíos, y ¿por que no aprovechar la volada para mejorar su imagen internacional y prohibir los chistes de gallegos? De hecho podríamos cortar por lo sano y directamente prohibir los chistes, por si se nos escapara alguna comunidad sensible. Claro que una vez prohibida la risa deberíamos seguir con el llanto, la ansiedad y demás despreciables manifestaciones de emociones humanas, con el perdón de la palabra.

La incomodidad con la libertad de expresión no es patrimonio exclusivo de los musulmanes ni de estos tiempos, la mayoría de las religiones institucionales, con la célebremente genocida Iglesia Católica a la vanguardia, han intentado desde el mal momento de su aparición en este mundo, prohibir a los hombres escribir, dibujar, cantar, hablar y pensar. En resumen toda actividad creativa es censurable en función del canon divino. Eso sin mencionar la actividad humana creativa por excelencia, el sexo. Todas estas religiones condenan a terribles castigos a aquellos que osen disfrutar de los placeres de su cuerpo, por suerte la mayoría en dudosas vidas supraterrenas. Aunque algunos optan por prevenir acá mismito cortándoles partes a las gentes, obviamente antes que tengan tamaño para defenderse de tal tropelía. Cualquiera que haya asistido a la barbaridad primitiva de un Bris judío sabe de qué hablamos.

Pero hay otra cara de esta moneda, que se hace evidente cuando uno se pregunta por qué, si las caricaturas fueron publicadas en setiembre, los fieles esperan cinco meses, hasta febrero, para manifestar su profunda indignación. Parece como si durante todo ese tiempo no se hubieran dado cuenta de la blasfemia, y sólo ahora alguien les hubiera venido a llamar la atención acerca del pecado mortal, absolutamente mortal para muchos.

Cuando desfasajes como este suceden, un lector atento empieza a recorrer titulares buscando coincidencias, alguna pista que devele el motivo de mantener tremenda agresión religiosa contenida durante tanto tiempo. Y así se encuentra con títulos que hablan, en su mayoría, de la violencia de los musulmanes contra los occidentales:
“manifestantes prendieron fuego a las banderas de Dinamarca, Noruega, España y Alemania como parte de la manifestación de protesta por la publicación de las caricaturas”, o “Decenas de manifestantes iraníes arrojaron hoy piedras contra la embajada de Austria (presidenta de turno de la Unión Europea) en Teherán en protesta por la publicación en Europa de caricaturas del profeta Mahoma.”

Entonces hay un par de palabras que empiezan a parecer siempre juntas: Irán y violencia. Pero el lector sigue buscando, asustado por esta asociación semántica que no vaticina nada bueno. Encuentra entonces que estos atrevidos iraníes osan, al decir de Estados Unidos, pretender enriquecer uranio para usarlo como combustible en sus plantas de energía. Esto no viola el tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), que entró en vigor en 1970 y EEUU no cumple pero controla estrictamente que los demás cumplan, pero a la casa blanca no le gusta de todos modos.

Aparecen entonces titulares sobre las alertas del pentágono acerca de la posibilidad de que Irán esté empezando a fabricar armas nucleares, justo los iraníes, esos que el otros titulares dicen que son violentos. Por suerte los norteamericanos, que son tan pacíficos que no han sobrepasado aún las cien invasiones con sus consecuentes genocidios, se dieron cuenta y lo van a impedir. ¿Cómo lo van a impedir? Atacándolos, de hecho la administración Bush (de acuerdo al Nuclear Posture Review) cree que las armas nucleares son una parte integral de la guerra contra el terror. O sea que un país que ha invadido decenas de países indefensos y exterminado millones de personas, va a atacar con armamento nuclear a otro país que no ha atacado a nadie, para evitar que fabrique armas nucleares. Con razón lo de las caricaturas, esto sólo puede ser un chiste.

¿Continuará?
 
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