sábado, febrero 23, 2008

La derecha española intenta un retroceso en salud reproductiva

Alejo Rivas Devecchi - Madrid - 24/01/2008

Con miras a la campaña electoral en España las posiciones de la derecha española se radicalizan; entre ellas se intenta un retroceso en la despenalización del aborto, una ley que las asociaciones de defensa de los derechos de la mujer consiguieron hace más de 27 años.

El Partido Popular, la mayor formación política de derecha en España, ha radicalizado su discurso a medida que se acerca la consulta popular del nueve de marzo próximo. En los últimos días ha realizado purgas de representantes de sus sectores menos conservadores y, a imagen y semejanza de los “neocons” norteamericanos, han resucitado temas que la sociedad española había superado hace ya tiempo.

Como parte de esa campaña, algunas organizaciones ultraderechistas realizaron manifestaciones a las puertas de clínicas abortistas para acosar a las mujeres que acuden a atenderse y a los profesionales que allí trabajan. La administración madrileña del PP, por su parte, fue denunciada por las clínicas por obstaculizar su trabajo realizando muchas más inspecciones de lo normal.

La situación llegó a tal extremo que llevó a que las clínicas se declararan en huelga en protesta contra el acoso de la ultraderecha. Santiago Barambio, portavoz de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo en España, dijo que tanto los profesionales como sus pacientes “nos sentimos amenazados y criminalizados”.

Las autoridades policiales hicieron lo suyo llamando a declarar a varias mujeres que habían abortado legalmente. Varias organizaciones feministas y políticas de izquierda se solidarizaron con estas mujeres citadas por ejercer un derecho legal y sus miembros y dirigentes se autoinculparon, las mujeres de haber abortado y los hombres de haber acompañado a mujeres a abortar.

El pasado 20 de enero, Gaspar Llamazares, el coordinador general de Izquierda Unida, firmó un escrito de inculpación por haber ayudado a una mujer a abortar, al igual que otros 150 dirigentes de la federación.

La Conferencia Episcopal Española, una organización creada y dirigida hegemónicamente por hombres que reserva a la mujer un papel exclusivamente servil, es una de las instituciones de ultraderecha que promueve y sustenta los intentos de volver a las legislaciones de la dictadura franquista. La CEE no duda en publicar mentiras como: “La gran mayoría de los médicos, en España y en todo él mundo, se niegan terminantemente a practicar abortos…”

Obviamente a los curas de la CEE no les interesa que los electores lean las opiniones de asociaciones médicas como el Sindicato Médico del Uruguay, que en abril de 2004 emitió una declaración en la que afirma que "Ha quedado demostrado en forma científica, mas allá de credos, opiniones o valoraciones religiosas, filosóficas y políticas, que la despenalización del aborto lleva a una disminución del número de abortos provocados y a una drástica reducción de la mortalidad materna y del feto. Es en este marco teórico que el SMU considera su deber expresar su posición a favor de la despenalización del aborto".

La CEE no hace ninguna referencia a los derechos de la madre, a como evitar el aborto ilegal, ni a los riesgos que se corren en caso de que la operación se realice en condiciones clandestinas. El caso rumano es muy ilustrativo al respecto. En 1966 Rumania penalizó el aborto y los índices de mortalidad materna aumentaron a diez veces la taza promedio europea. En 1990, cuando el nuevo gobierno legalizó el aborto, esta cifra se redujo al 40 por ciento.

Otro caso totalmente gráfico es el de la Asociación de Salud Pública de Australia; esta institución emitió en 1989 una declaración que dice en parte: “…antes de 1971, el aborto (ilegal) era significativa causa de muerte materna en Australia. Desde entonces, las muertes por aborto (legal) han sido muy raras, y generalmente asociadas a serios problemas de salud previos. Toda referencia al aborto debe ser eliminada del Código Penal y ser regulada bajo la legislación de cuidado de salud, como lo son los demás servicios médicos."

En respuesta a estas conclusiones y otras tantas del mismo tenor, en julio de 2002 la eurocámara reclamó a los países de la Unión Europea que para “proteger los derechos de las mujeres se legalice el aborto con objeto de hacerlo más accesible a todos y eliminar los riesgos de las prácticas ilegales”.

Pero a las organizaciones neoconservadoras españolas no les importan mucho los derechos de las mujeres. Su objetivo principal es recuperar las posiciones de poder y los privilegios que antes tenían garantizados y el avance de los derechos individuales en la sociedad contemporánea les quita cada día y en eso están.

Les dio vergüenza

Madrid - 16/01/2008

Por suerte, a los directivos del COE les queda un poco de sentido del ridículo y ante la carcajada generalizada retiraron su propuesta de letra, los pocos españoles a los que les importaba , aliviados.

La Letra Nacional de España

Alejo Rivas Devecchi - Madrid - 14/01/2008

El Comité Olímpico Español(COE) quiere que el himno tenga letra. Para ello convocó a autores españoles a escribir una letra para el himno y el jurado escogió una de las más de dos mil que se presentaron, y que será estrenada el 21 de enero, en la gala anual de la institución.

¡Viva España!/ Cantemos todos juntos/ con distinta voz/ y un solo corazón/ Ama a la Patria/ pues sabe abrazar/ bajo su cielo azul/ pueblos en libertad.
¡Viva España!/ desde los verdes valles/ al inmenso mar/ un himno de hermandad/ Gloria a los hijos/ que a la Historia dan/ justicia y grandeza/ democracia y paz.


La insípida letra propuesta por la dirigencia de la autoridad deportiva española no fue muy bien recibida por la población ni sus representantes. Carmen Calvo, vicepresidenta del Congreso, la considera anticuada, al igual que el dirigente de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares. La vicepresidenta del gobierno María Teresa Fernández de la Vega, en claro mensaje al Comité Olímpico, aclaró que las Cortes Generales son el marco adecuado para cualquier modificación del himno y para su aprobación definitiva. La vicepresidenta recordó que "el himno del país representa a todos los españoles" y que no solamente se emplea en acontecimientos deportivos, sino en todos los actos del Estado.

Los músicos han recibido con peor disposición la letra propuesta. Ismael Serrano y Antón Reixa, se mostraron contrarios a insertar letra a la Marcha Real. El gallego Iván Ferreiro, ex-líder de la banda Piratas, dijo que no cree en himnos y que le da "exactamente igual el español y también su letra". El conocido roquero Joaquín Sabina, por su parte, obviamente sí consideró una buena idea fonetizar el himno, y presentó dos borradores de letra, que sin llegar al nivel de muchas de sus canciones, claramente contrastan con la elegida por el COE:

Ciudadanos, / en guerra por la paz / y la diosa razón / mano en el corazón. / Ciudadanos, / ni súbditos ni amos / ni resignación / ni carne de cañón. / Pan amasado / con fe y dignidad / no hay nada más sagrado / que la libertad.

Ciudadanos, / ni héroes ni villanos, / hijos del ayer, / hay tanto por hacer. / Ciudadanos, / tan fieramente humanos, / tan paisanos del / hermano de Babel. / Alta montaña / con puerto de mar / clave de sol España / atrévete a soñar.

El Himno Nacional de España, la "Marcha Granadera" o "Marcha Real Española", no tiene letra. Fue la costumbre de interpretarla en los actos a que asistían el Rey, la Reina o el Príncipe de Asturias que llevó a que se considerara himno, sin que mediara alguna disposición gubernamental. Durante la II República fue reemplazada por el Himno de Riego, pero una vez que los fascistas derrocaron al gobierno democrático, se volvió a la tradición monárquica. En 1997, el gobierno de Aznar decidió hacer del himno nacional una fuente de ingresos. El estado adquirió los derechos de explotación de la Marcha Granadera, de autor desconocido, pagando una abultada suma a los herederos del maestro Pérez Casas, cuya versión se interpreta en los actos oficiales. El estado cobra desde entonces derechos de autor por la emisión de la marcha, aunque aún no ha podido amortizar la inversión.

Resulta coherente que el Reino de España descarte el himno elegido por la II República sin siquiera considerarlo. Por la misma razón mantiene la tradición musical de la monarquía heredada del gobierno fascista de Franco, que es lo que actualmente define al país. Lo que sonaría como mínimo paradójico sería que la gente de la tierra de Machado, de Miguel Hernández, de Federico García Lorca, de Serrat y de Cervantes; eligiera para representarla unos versos tan faltos de gusto como de compromiso ideológico.
 
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