martes, junio 12, 2007

ETA vuelve con amenazas, ¿o será que nunca se fue?



Por Alejo Rivas Devecchi (www.alejo.info)

El pasado cinco de junio la banda terrorista “Euskadi Ta Askatasuna” (ETA) anunció el fin de la tregua que a su vez anunciara catorce meses atrás. El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero dice que “ETA ha vuelto a equivocarse” y que combatirá sus acciones con la misma firmeza con que intentó llegar a la paz.

El 22 de marzo de 2006 la banda terrorista ETA había decidido declarar un “alto al fuego permanente”, lo comunicó mediante un video que envió a la televisión vasca y cuya difusión fue festejada en todo el territorio español con fiestas y brindis de cava. Catorce meses después, la organización terrorista envía un nuevo comunicado remitido a los diarios vascos Gara y Berria en el que anuncia el fin de ese “alto al fuego” a partir de la medianoche del seis de junio.

Este comunicado, que debería ser una mera una declaración sin mayor incidencia en la realidad política del país ha causado un verdadero revuelo de declaraciones y acusaciones mutuas entre los principales partidos. Su incidencia en la arena política Española fue quizá mayor que la del atentado anti-inmigrantes que la banda perpetrara el 30 de diciembre de 2006 en la Terminal Cuatro del aeropuerto de Barajas, justamente un día en que el aeropuerto se encontraba atestado de inmigrantes, y que tuvo como saldo la muerte de dos ecuatorianos. Pero estas dos no fueron las únicas muertes que ejecutara la banda durante los 14 meses de supuesto “alto al fuego”. También murieron otras dos personas como consecuencia de atentados de menor envergadura que organizaciones juveniles del entorno de la banda realizan con frecuencia en el país vasco.

La banda terrorista ETA surgió en los años 60 como un movimiento de resistencia estudiantil contra el régimen fascista de Francisco Franco. Su nombre, Euskadi Ta Askatasuna, significa Patria Vasca y Libertad. Durante sus primeros treinta años, ETA llevó a cabo acciones terroristas que costaron 850 vidas. Su reivindicación principal consiste en lograr la independencia de siete regiones del norte de España y el suroeste de Francia, para formar un país Vasco independiente de los dos estados.

Las primeras acciones de la banda fueron contra personajes relevantes del gobierno dictatorial español, en ese período ETA se proponía como un grupo de resistencia antifacista. Pero la muerte de Franco en 1975 cambió radicalmente la situación. Al gobierno del dictador sucedió un período de transición que dio lugar a un reino constitucional que, pese a algunas reminiscencias monárquicas, funciona mayormente como una moderna democracia occidental donde se practica libremente el ejercicio de la política representativa contemporánea.

En el marco de la nueva situación política, España se organizó en autonomías, una de ellas el País Vasco, que goza desde entonces de una situación privilegiada en ese régimen autonómico, con bastantes más atribuciones que los demás territorios españoles. Euskadi cuenta con su propio Parlamento, policía, controla la educación y cobra sus propios impuestos. Sin embargo, la banda terrorista ha seguido hasta hoy, y piensa seguir según su último anuncio, con sus mortales acciones que ya no se orientan contra líderes de extrema derecha, sino últimamente contra trabajadores inmigrantes.

La mayoría de los líderes históricos de ETA se encuentran actualmente en prisión, sin embargo la banda sigue actuando y nadie sabe el tamaño real de la organización en la actualidad. Las autoridades policiales creen que no sobrepasa los 30 integrantes activos. O sea que, o 30 personas están determinando actualmente la política de un país de 44 millones de habitantes, o bien hay muchos más interesados en que así sea. Mientras tanto, todos los españoles siguen siendo rehenes de las aspiraciones, bien políticas o económicas, de una treintena y quizás algunos más.

Cuando de oro se trata, hasta se vuelve patriota el pirata


Por Alejo Rivas Devecchi

La empresa norteamericana Odyssey Marine Exploration, dedicada a la investigación y recuperación de naufragios, encontró recientemente los restos de un antiguo navío con un gran tesoro en monedas de oro y plata, el estado español sospecha que se trata de un barco de su flota imperial y reclama su propiedad.

La información es limitada, la empresa sólo ha comunicado que encontró un naufragio que data del período colonial y que han rescatado aproximadamente 500.000 monedas de oro y plata. Agregaron que aún no se tiene certeza acerca de la identidad de la nave hundida. Según la compañía rescatadora, los restos fueron encontrados en una zona del océano atlántico que se encuentra en aguas internacionales y que la propia empresa designa como “El Cisne Negro”. De acuerdo a John Morris, responsable de la empresa Odyssey, esta zona está plagada de naufragios: “Nuestras investigaciones sugieren que un gran número de naves del período colonial se perdieron en esta zona, así que tenemos que ser muy cautelosos antes de especular con la identidad del pecio. Sin embargo, hemos tratado este hallazgo con mucho cuidado y creo que nuestro equipo arqueológico ha hecho un trabajo excelente. Estamos convencidos de que el hallazgo tendrá una enorme relevancia para la historia", agregó el investigador. Voceros de la empresa aseguran que el rescate se ha hecho en estricta observancia de las leyes internacionales.

Los expertos en numismática que se han aventurado a valorar las monedas halladas hablan de un promedio de 4000 dólares americanos algunas de las monedas de plata y más por las de oro. O sea que, sin contar los demás objetos, el valor total del tesoro podría superar los dos mil millones de dólares, posiblemente el mayor jamás rescatado.

Por su parte, el gobierno español dice tener fundadas sospechas de que se trata de un pecio propio y reclama sus derechos sobre el tesoro. Este episodio viene a reavivar el interés de España por su patrimonio marítimo perdido durante el mayor trasiego de riquezas de la historia conocida, la conquista de América. Según Carmen García Rivera, coordinadora del centro de Arqueología Subacuática de la Junta de Andalucía, para el gobierno español, la recuperación de los tesoros hundidos y sus historias particulares, no es una prioridad para el Estado.

De acuerdo al historiador italiano Claudio Bonifacio, autor del libro “Galeones con tesoros”, España cuenta con al menos 1,207 naves de la época colonial en el fondo del mar español, entre ellas 491 son desconocidas; es decir, no se sabe el nombre del barco, su ruta o su carga. De las conocidas, se puede calcular cerca de 1,600 toneladas de oro y 34,000 toneladas de plata, con un valor actual entre 50,000 y 80,000 millones de euros.

Pero los españoles no son los únicos en reclamar el tesoro encontrado, ya se alzan voces sudamericanas que recuerdan que ese tesoro sólo puede representar una ínfima parte de lo que el estado español robó a sangre, iglesia y fuego de Latinoamérica, obviamente sin considerar las incontables vidas que también se llevaron. Según esta versión, la empresa Odyssey solamente se limitó a recuperar bienes que habían sido ya robados, o sea que a lo sumo, habrían robado a un ladrón.
 
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