martes, setiembre 12, 2006

La economía española no crece sin inmigración

Por Alejo Rivas Devecchi (www.alejo.info)



La economía española ha crecido en la última década sólo gracias al aporte de los inmigrantes, sin los que su evolución sería negativa. Así lo afirma un estudio del La Caixa Catalunya, una institución bancaria catalana con presencia en toda España y otros países de la región.

Según el informe de la organización financiera catalana, el Producto Bruto Interno de España (PIB) ha crecido 2.6 por ciento en los últimos diez años gracias al aporte de los trabajadores inmigrantes, también afirma que sin ese fenómeno, la economía hubiera caído un 0.6 por ciento. O sea que el aporte real de los inmigrantes al crecimiento económico del país ha sido de 3.2 por ciento.

El caso español, al contrario de la versión que los políticos derechistas proclaman, no es aislado. Extendiendo sus datos a toda la Unión Europea (UE), el informe afirma que los inmigrantes han aportado a la comunidad de países un 2 por ciento por año en la última década. Se consigue entonces un crecimiento del 1.8 por ciento en lugar de una caída de dos décimas porcentuales. Si se analiza caso por caso, la mayoría de los países de la unión experimentarían una caída de su economía si no contaran con una tasa de inmigración positiva, los más extremos son Italia y Alemania que descenderían 1.2 y 1.5 por ciento respectivamente.

Pese a los datos claros del aporte que hace la inmigración a Europa, los políticos de derecha aseguran que los inmigrantes vienen a sacarle el trabajo a los españoles, y desconocen que España era hasta no hace mucho (1980) un país de emigrantes. Dentro de España Galicia, la tierra natal del lider del derechista Partido Popular, fue la comunidad que más nativos perdió y sigue teniendo en la actualidad una tasa de crecimiento demográfico negativa. Entre 1892 y 1922 llegaron a América, provenientes de Europa, 22 millones de inmigrantes. Esta cifra supera en más de cuatro millones a la totalidad de inmigrantes (18M) que viven hoy en países de la UE y no es necesario recurrir a cifras para darse cuenta que la economía de la actual UE supera con creces a la de la América de principios del SXX. La ONU calcula que la Eurozona necesitará otros 44 millones de inmigrantes antes de 2050 para sanear sus sistemas de seguridad social y mantener el crecimiento de su economía.

Sin embargo, los políticos de derecha se empeñan en propugnar la persecución, represión y expulsión de los inmigrantes en lugar de su acogida. El líder del PP, Mariano Rajoy insiste en que la regularización de inmigrantes realizada por el gobierno socialista en 2004 produjo un "efecto llamada que todavía hoy perdura" y califica al estado actual del proceso de "descontrolado". "Se trata de un irresponsable proceso de regularización, cuyo eco llegó hasta el último rincón de África", dijo Rajoy y agregó: “Tiene (el gobierno) que enviar una señal nítida de que en España no se van a producir más regularizaciones masivas, trabajar por un efectivo control de nuestras fronteras y exigir el cumplimiento estricto de los compromisos de readmisión.” Dicho sin fraseología política, eso significa: no regularizar más inmigrantes ilegales, cerrar totalmente las fronteras para que no pueda entrar ni uno más y expulsar a los que hayan entrado ya.

En cuanto a los derechos civiles de los inmigrantes, el dirigente de la derecha española contestó ante la propuesta del gobierno de que los inmigrantes legales voten en las elecciones de los municipios donde residan; que la posición de PP es favorable a la participación en las elecciones municipales de los extranjeros que se encuentren en nuestro país "siempre y cuando los españoles puedan votar en esos países". Sin duda un pensamiento digno de Pauline Hanson, y si no es así, alguien “please explain”.
 
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