jueves, enero 21, 2010

Un presidente ejemplar

"El país que presido no va a consentir que por un truco de un ayuntamiento haya seres humanos sin asistencia sanitaria o sin derecho a asistir a la escuela",

Así respondió el presidente del gobierno de España, José Luis Rodriguez Zapatero, consultado acerca de la decisión del alcalde de la ciudad catalana de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, de negar el empadronamiento a los ciudadanos extracomunitarios que no tengan residencia legal. La Abogacía del Estado español, coincide con el presidente y señala que "no resulta procedente denegar la inscripción so pretexto de que el ciudadano extranjero no reside legalmente en España".

Los abogados españoles, por su parte, no coinciden con el gobierno. El bufete del ex diputado Miquel Roca, ante una consulta realizada al respecto por el consistorio gobernado por una coalición de convergentes con los socialistas catalanes y Esquerra Republicana de Catalunya, contestó que la actuación del ayuntamiento de Vic "no puede ser tildada de ninguna de las maneras como incorrecta o contraria a la ley" de Extranjería.

Este incidente muestra a las claras las dos españas que conviven hoy en un mismo país; por un lado están los que se acuerdan que son hijos o nietos de emigrantes o inmigrantes, y son sensibles a la situación de los desclasados de la sociedad contemporánea. Esos "sin papeles" que rolan por el mundo en busca de una esperanza para ellos y los suyos.

En el otro extremo están los xenófobos,los herederos ideológicos de Franco, de Mussolini y de Hitler; los que ganaron la guerra civil con el apoyo de toda Europa. Ellos también son hijos y nietos de emigrantes, pero perdieron la capacidad de pensar en los demás, su visión no pasa de la punta de su nariz en el mejor de los casos y no entienden que discrimirar al extranjero es, literalmente, construir un futuro de desgracia para su tierra y su familia.

Por suerte la España de hoy dista social y culturalmente, varios mileños de la España de hace treinta años. Vale el reconocimiento al presidente Rodriguez Zapatero, difícilmente se puedan escuchar palabras de tal estatura moral de boca de otro mandatario, ya fuera de otro país comunitario o del resto del mundo.

REUTERS
 
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