miércoles, mayo 09, 2007

Fiesta en 200 ciudades por la legalización


Por Alejo Rivas Devecchi

El sábado pasado se conmemoró el día mundial de la marihuana, en 200 ciudades se realizaron manifestaciones festivas a favor de la legalización del consumo y posesión de cannabis. Alicante, Bilbao, León, Malaga, Vigo, Zaragoza, La Laguna (Tenerife) y Las Palmas fueron, además de Madrid, las ciudades españolas que adhirieron al evento con concentraciones multitudinarias.

En Madrid, el encuentro se desarrolló entre la Puerta del Sol y la Plaza de Oriente, encabezado con una pancarta con el lema “No + multas, plántate”. La marcha madrileña discurrió en un ambiente festivo entre humos consignas de “paz y porros”, “menos hipocresía, libertad para maría” y “más porros y menos porras”.
Los organizadores leyeron un manifiesto que celebra el envío al parlamento de un proyecto de Izquierda Unida, aunque no se mostraron optimistas respecto a la posibilidad de aprobación de la ley de despenalización.

Temen que el Partido Socialista, que en su campaña electoral prometía revertir la política represiva de la derecha entonces en el poder, ahora vote en contra. Basan su tesis en que, una vez en el gobierno, la administración socialista ha batido cada año records de denuncias.

Haciendo un poco de historia, fue el 12 de agosto de 1937, cuando la presión de la élite industrial norteamericana y de los grupos de ultraderecha consiguieron que, sin un debate público ni investigaciones científicas previas, el congreso norteamericano aprobara el “Marihuana Tax Act”, prohibiendo el consumo, posesión y comercio de cannabis a nivel federal. Desde entonces, los diferentes gobiernos han utilizado el tema como excusa para crear grupos policíacos represivos que son empleados como instrumentos de los sectores ultraderechistas de cada país.

Los defensores de la legalización alegan que antes de 1937, el cannabis no estaba prohibido, y quien quisiera fumaba tanto como le viniera en grado. Esto no llevó al mundo al caos, ni significó la caída de la sociedad como la conocemos. De hecho tampoco había mafias que se dedicaran al comercio ilegal, con todo lo que esto lleva aparejado. Plantean también que en 1976, el Parlamento holandés modificó su política respecto al consumo de drogas. La nueva legislación llegó a tolerar el consumo de hasta cinco gramos y la comercialización de hasta treinta gramos de “drogas blandas”, cannabis y hongos alucinógenos. Tampoco esto llevó a la desaparición de Holanda como país, ni hizo que su sociedad se sumiera en un caos irreversible. De hecho; Holanda es uno de los países de mejor nivel de vida y más baja criminalidad del mundo contemporáneo.

En 2002, los ministerios de salud de Bélgica, Francia, Alemania, Holanda y Suiza realizaron un estudio conjunto que arrojó entre sus conclusiones un informe técnico acerca del tema. El informe plantea que no se han hecho estudios serios que concluyan que la marihuana sea una puerta a drogas más fuertes. Con respecto a la penalización, concluye que el estudio de los diferentes marcos legales, evidencia que las legislaciones más conservadoras no tienen como consecuencia directa una disminución en el consumo de drogas ilegales.

En resumen, como en tantos otros temas, la penalización de la marihuna y otros canabinoides no está justificada por la defensa de la salud pública, sino sólo por la creación y mantenimiento de grupos mafiosos de presión dentro y paralelamente al aparato oficial. Sin embargo, la mayoría de los países occidentales mantienen las prohibiciones, para beneplácito de las mafias que de esa situación se benefician.

 
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