jueves, mayo 15, 2008

El neocolonialismo español reclama los tesoros robados hace siglos

Alejo Rivas Devecchi – Madrid – 11/05/2008
El gobierno “socialista” de España, se empeña en reclamar como suyo el tesoro hallado por la empresa norteamericana Odyssey Explorer, correspondiente a la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, que fuera hundida en 1804 bajo fuego inglés frente a las costas de Cádiz. La fragata, procedente de Perú vía Montevideo, transportaba una voluminosa carga de monedas de oro y plata usurpadas en las entonces colonias españolas.

Más allá de las consideraciones legales, sería una buena oportunidad para que el Reino de España empezara de una vez por todas a reparar su histórica deuda moral con sus ex colonias y para reconocer el genocidio y usurpación a que sometió a sus pueblos aplicando tempranamente el terrorismo de estado. Hubiera sido un acto de honestidad histórica y de inteligencia política el haber concertado con los verdaderos dueños de la carga de la fragata las reclamaciones a la empresa rescatadora.

Pero aunque España se vista de democracia, reino se queda. Ya su Jefe de Estado, o sea su rey, mostró a las claras su actitud para con los estados latinoamericanos cuando pretendió prepotentemente hacer callar a un presidente democrático en una reunión de jefes de estado. El ministro de cultura español, César Antonio Molina, sigue la misma línea que su jefe. Entrevistado acerca de los posibles reclamos del Perú sobre el tesoro de la fragata Mercedes contestó: “Ese barco tiene bandera española y el Perú en aquella época pertenecía a España”. Claro que el ministro no se detuvo a pensar que la reclamación se está haciendo actualmente, cuando ya el Perú no pertenece a España.

El ministro Molina tampoco se detuvo a pensar en la legitimidad de la “posesión” española del Perú en tiempos incaicos. Quizás el Ministro de Cultura no recuerde que los representantes del Estado y la Iglesia españoles que invadieron esas y otras regiones sudamericanas, no fueron invitados. Seguramente tampoco recuerde que en esa invasión cometieron el genocidio más grande de la historia de la humanidad, por el que aún no se le ha pedido reparación al rey de España, aunque ya llegará el día, todo llega. También seguramente este señor opinaría de otro modo si las reliquias en cuestión hubieran sido tomadas por los musulmanes que ocuparon la península ibérica hasta 1492, aunque España no existiera entonces como país.

En un editorial publicado el 4 de setiembre de 2007, el New York Times (NYT) compara el derecho de los peruanos de reclamar esa carga con recientes casos de Italia, Etiopía, Libia y del propio Perú. Los museos Getty, Met y el Boston Museum of Fine Arts, reconocieron el derecho de Italia a reclamar sus antigüedades robadas y se comprometieron a devolverlas. El propio Perú está negociando con Yale para recuperar miles de piezas que Iram Bingham tomó “prestadas”de Machu Picchu en 1912 y llevó al museo Peabody

En 2005 Italia devolvió a Etiopía un obelisco de 1700 años de antigüedad llevado a Roma en 1937 siguiendo las órdenes de Mussolini. También prometió devolver una estatua de Venus del siglo segundo a Libia, que las tropas italianas robaron en 1913. También Grecia reclamó los llamados “Mármoles de Elgin”, que Lord Elgin robó del Partenón y llevó al British Museum en 1801.

El editorialista del NYT agrega que el pueblo Inca no entregó el oro voluntariamente a los españoles, sino que los invasores lo tomaron por la fuerza y concluye que los anteriores casos demuestran el derecho del Perú a reclamar como suya la carga de la fragata Mercedes. Claro que los países nombrados que han devuelto reliquias son Repúblicas democráticas que eligen a sus jefes de estado. La situación de España es diferente, es un Reino regido por un monarca vitalicio designado por un dictador fascista, que ya ha demostrado su sentir respecto a “sus colonias”.

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